miércoles, 15 de abril de 2015

La televisión y la educación

Tras haber escuchado las exposiciones de los compañeros, me dispongo a plasmar los aprendizajes adquiridos tanto de la exposición "La televisión y al educación" y "El tutor y la familia ante la gran pantalla", debido a que considero que ambos temas están directamente relacionados.


La televisión es un aparato que todos los niños de nuestra sociedad tienen al alcance de la mano. Por eso es tarea  tanto de la familia como de los maestros vigilar la programación televisiva que los niños ven y la cantidad de horas que utilizan en frente del televisor. 

La programación emitida en horario infantil está cada vez menos controlada y los niños corren peligro de encontrarse por accidente con algún programa, película o serie que no se apropiado para su edad. Ante la mínima alerta de que ocurra esto, los docentes deben ponerse en contacto con las familias para erradicarlo cuanto antes ya que la educación de los niños puede verse muy perjudicada si no se toman las precauciones debidas.

En número de horas en frente de la televisión en niños de infantil y primaria va en aumento. Los niños cada vez realizan menos ejercicio físico, no se relacionan con las personas de su entorno y no hacen los deberes; todo esto a causa de estar "hipnotizados" delante de la televisión. Los docentes deben transmitir a los padres la influencia que tienen las horas que pasan sus hijos frente al televisor y el tiempo que les quita de realizar actividades típicas a su edad como es jugar con los amigos, hacer los deberes, etc. Además, cuanto más tiempo vean los niños la televisión menor capacidad de concentración tendrán ya que se han realizado varios estudios que lo demuestran.

Asimismo, los docentes pueden utilizar capítulos de series televisivas como recurso para las clases, ya que ver a sus ídolos de la televisión motiva mucho a los niños. De este modo, aprenderán mientras se divierten. Pero debemos tener cuidado a la hora de seleccionar el material que utilizaremos en el aula puesto que, al contrario de lo que se pueda creer, no todos los dibujos animados son recomendables para el público infantil. Muchos dibujos emitidos en horario infantil e incluso en canales de programación infantil transmiten valores inadecuados y utilizan un vocabulario que no es adecuado para la etapa infantil.



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